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Recientemente la Audiencia Provincial de Barcelona ha admitido el beneficio de exoneración del pasivo insatisfecho BEPI existiendo un salario neto mensual de casi 3.000 euros. El asunto llegó a la AP cuando un acreedor se opuso a la conclusión de un concurso porque entendía que no se podía considerar liquidado el patrimonio de la concursada existiendo salario que, por cuantía, resultara embargable.

La resolución de la AP viene a evidenciar que, en base a la definición de salario inembargable que le es de aplicación, y teniendo en cuenta que la concursada tiene dos hijos a su cargo, el salario mensualmente embargable es de 261,31 euros, lo que significa que, si los créditos ordinarios pendientes de pago suman 845.000 euros, necesitaría unos 269 años para pagar esa cifra total.

Para la AP, mantener el embargo del salario de la concursada durante toda su vida, sería desproporcionado con el exiguo beneficio que obtendrían los acreedores. Además, si se tiene en cuenta la Recomendación Comisión Europea 2014/135/UE , según la cual «los efectos negativos de la insolvencia para los empresarios deberían limitarse a fin de darles una segunda oportunidad» y, por tanto, les deberían condonar totalmente las deudas incursas en la insolvencia en un plazo máximo de tres años, se podría concluir que en este caso se ha hecho un esfuerzo razonable de pago a los acreedores, pues el concurso se declaró en febrero de 2014 y el auto de exoneración se dicta transcurridos tres años desde la declaración de insolvencia.

En consecuencia, concluye, el hecho de que la concursada perciba un salario no puede impedir la conclusión del concurso, único presupuesto que se opuso para la exoneración del pasivo insatisfecho.